29 de abril del 2021
Resumen: La biología molecular está experimentando un gran cambio. El concepto de célula como máquina, la base sobre la que la disciplina ha construido su marco actual, se está derrumbando bajo una ola de evidencia contraria. ¿Deberían los economistas estar preocupados por estos desarrollos? La respuesta no obvia lo es mucho.
Entonces, ¿qué hay de malo en la biología molecular? En pocas palabras, cayó bajo el hechizo de Newton y pensó que la celda podría modelarse como un conjunto rígido de piezas mecánicas, cada una con una función específica. Esta representación es lineal, determinista e independiente del contexto. Es decir, para una entrada determinada, la salida es siempre la misma. La realidad, sin embargo, es más picada: el comportamiento celular es probabilístico y muestra una gran plasticidad y adaptabilidad. Además, intentar comprender la celda en función de los promedios de la población ha resultado ser un gran error. Los estudios unicelulares han demostrado que la expresión génica -la forma en que una célula reacciona a un inductor- no sigue una dinámica lineal, como se creía inicialmente; se describe mejor mediante un modelo estocástico del tipo todo o nada (binario). Por lo tanto, calcular promedios en muchas células pierde por completo la esencia de este fenómeno. El énfasis excesivo en el equilibrio también ha resultado engañoso: las células fluctúan continuamente entre estados de no equilibrio caracterizados por interacciones no lineales con el medio ambiente.
¿Qué pasa con la economía? Por supuesto, recientemente la profesión ha hecho algunos intentos honestos de incorporar más realidad a sus modelos. Por ejemplo, el ex economista principal del Fondo Monetario Internacional (FMI), admitió en 2016 que “debemos integrar el sistema financiero en los modelos macro” (¡Ups! La madre de todos los descuidos, asumimos). Sin embargo, el corpus principal de economía (libros de texto estándar, cursos de pregrado, etc.), sin mencionar la mayoría de los artículos académicos, todavía están anclados en una visión lineal y estática del mundo. En el centro de esta concepción se encuentra la homoeconomía, un agente promedio que toma decisiones maximizando la utilidad (independiente del tiempo) de una manera racional. Pero este agente promedio, al igual que la celda promedio, ha sido un mal predictor del comportamiento del mercado. De hecho, obsesión permanente por la economía estándar). Están cambiando constantemente entre estados de no equilibrio de una manera no lineal y probabilística.
Curiosamente, otras disciplinas no han caído bajo la fácil seducción del equilibrio. No tenemos conocimiento de ningún sociólogo que exprese entusiasmo por estudiar una sociedad en tal estado; prefieren mirar en la dinámica de la revolución y los movimientos sociales. Lo mismo ocurre con los psiquiatras: una persona normal no ofrece mucha información sobre la psique humana. Todos los avances en este campo han sido el resultado del estudio de personas anormales (es decir, no en equilibrio). La meteorología, un campo que ha progresado mucho en los últimos años como resultado de los desarrollos en la potencia de las computadoras y la capacidad de recopilación de datos, ha hecho del desequilibrio (predicción de tormentas, huracanes y ventiscas) su punto focal.
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Abstract: Molecular biology is undergoing a major shakeup. The cell-as-machine concept, the foundation on which the discipline has built its current framework, is collapsing under a wave of contrarian evidence. Should economists be worried about these developments? The nonobvious answer is very much so.
So, what is wrong with molecular biology? To put it simply, if fell under the spell of Newton and thought the cell could be modeled as a rigid assembly of mechanical parts, each with a specific function. This representation is linear, deterministic, and context independent. That is, for a given input, the output is always the same. The reality, however, is more minced: Cell behavior is probabilistic and shows great plasticity and adaptability. Moreover, attempting to understand the cell based on population averages has turned out to be a big mistake. Single-cell studies have demonstrated that gene expression -the way a cell reacts to an inducer- does not follow linear dynamics, as was initially believed; it is better described by a stochastic model of the all-or-nothing (binary) type. Thus, computing averages across many cells completely misses the essence of this phenomenon. The excessive emphasis on equilibrium has also proven misleading: Cells are continuously fluctuating between nonequilibrium states characterized by nonlinear interactions with the environment.
What about economics? Granted, recently the profession has made some honest attempts to bring more reality into its models. For example, the former International Monetary Fund (IMF) top economist, admitted in 2016 that “we must integrate the financial system into the macro models” (Oops! The mother of all oversights, we assume). However, economics main corpus (standard textbooks, undergraduate courses, and so on), not to mention most academic articles, are still anchored in a linear and static view of the world. At the center of this conception is homo economics – an average agent who makes decisions by maximizing (time-independent) utility in a rational fashion. But this average agent, just like the average cell, has been a poor predictor of market behavior. In fact, permanent obsession of standard economics). They are constantly shifting between nonequilibrium states in a nonlinear and probabilistic manner.
Curiously, other disciplines have not fallen under the easy seduction of equilibrium. We are not aware of any sociologist expressing enthusiasm about studying a society under such state; they much prefer to look into the dynamics of revolution and social movements. The same goes for psychiatrists: A normal person does not offer a lot of insight into the human psyche. Advances in this field have all been the result of studying abnormal (i.e., not in equilibrium) people. Meteorology -a field that has made a great of deal of progress in recent years as a result of developments in computer power and data collection capacity- has made disequilibrium (predicting storms, hurricanes, and blizzards) its focal point.
Citation: Cifuentes, A., Pagnoncelli, B.K., Molecular Biology and Economics: A Few Funerals Are Needed. The Journal of Portafolio Management, Vol. 47, Issue 5, Investment Models (2021). https://doi.org/10.3905/jpm.2020.1.153
Fecha de Publicación: 01 de Julio 2020.
Revista (Vol y No.): The Journal of Portafolio Management, Vol. 47, Issue 5, Investment Models (2021).
DOI: 10.3905/jpm.2020.1.153
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Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales, CLAPES UCpublicInstituciones o Centros UC
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