¿Un Transantiago previsional?

¿Un Transantiago previsional?

Señor Director:

El proyecto de pensiones presentado por el Gobierno tiene aspectos positivos, como fortalecer la PGU y aumentar las contribuciones para mejorar las pensiones futuras, pero tiene muchas falencias. Aquí nos referimos solo a cinco de ellas.

Primero, el aumento de la cotización no iría a las cuentas individuales de capitalización, sino a cuentas nocionales y a un seguro social, lo que es un impuesto al trabajo. Nuestros cálculos en Clapes UC revelan que un aumento del 6% en la cotización podría destruir unos 150 mil empleos y pasaría a otros 320 mil trabajadores a la informalidad.

Adicionalmente, quienes ganan más de $1,5 millones recibirían menos de lo que aportan. Así, serán trabajadores de clase media a los que se les pide financiar pensiones.

Tercero, el proyecto avanza hacia un sistema de reparto en el marco de una población que envejece. Esto puede ser una bomba de tiempo, pues cada trabajador activo debería sostener a una proporción mayor de pasivos. Ello hará necesario aumentar la cotización o el aporte fiscal, o bajar los beneficios.

Cuarto, el proyecto atenta contra la libertad de elección. ¿Por qué no permitir que las personas elijan quién administre el 6% adicional?, ¿o que elijan entre la renta vitalicia y el retiro programado (que se elimina)?, ¿o que elijan en qué fondo estar?

Se propone también que la administración del sistema quede en manos de un monopolio estatal (el APA), que asumiría un sinnúmero de funciones que hoy realizan las AFP, como recaudar las cotizaciones, gestionar las cuentas de los afiliados y pensionados, pagar los múltiples tipos de pensiones, retiros anticipados para enfermos terminales, pagar herencias y beneficios estatales y atender a los afiliados. ¿Podrá el APA realmente prestar un buen servicio?

En definitiva, el proyecto presentado por el Presidente Boric deja muchas más dudas que certezas. Por tanto, se corre el riesgo de que estemos frente a un Transantiago previsional, experimento que significó un costo enorme para el país y para el bienestar de los chilenos.