17 de noviembre del 2022
INSTITUCIONES BANCARIAS HAN INCORPORADO A SU PORTAFOLIO ALTERNATIVAS DE PRÉSTAMOS:
Recursos para apalancar el tránsito hacia una economía baja en carbono
El cambio del modelo de desarrollo requiere fuertes inversiones públicas y privadas. Es ahí donde el mundo financiero juega un rol clave para acompañar a las organizaciones hacia una gestión más amigable con la sociedad y el medio ambiente.
Aun cuando el cambio climático es un tema que está presente desde hace décadas en la agenda nacional e internacional, los cada vez más patentes efectos de la crisis climática global han obligado a gobiernos, empresas y personas a agilizar la adopción de medidas para avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible.
Y mientras los gobiernos asumen compromisos en instancias internacionales como la COP27 y la ciudadanía se organiza para contribuir desde lo personal y lo colectivo a una sociedad más verde, cada vez más las empresas apuestan por desarrollar proyectos que incorporan criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG).
La relevancia es tal que aquellas compañías que decidan no hacerlo, comenta Elanne Almeida, socia líder de Servicios de Sostenibilidad de EY, “desaparecerán del mercado, porque ya no lograrán financiamiento ni tendrán espacio en la elección de los consumidores”.
La incorporación de criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG]), además de permitir a una organización proyectarse sosteniblemente, abre la puerta a alternativas de financiamiento especiales desarrolladas por el sistema bancario para impulsar el tránsito hacia un sistema que conjugue de manera armónica el desarrollo social y económico. Es lo que se conoce como financiamiento verde.
Así, las finanzas sostenibles —explica Christian Durán, socio líder de Risk Advisory en Deloitte Chile— son “aquellos servicios financieros que integren criterios ASG en sus decisiones de negocio y/o inversión”.
Y se trata de un mecanismo en auge, pues varias son las instituciones bancarias que han incorporado a su portafolio de productos herramientas tendientes a acompañar a sus clientes en el camino hacia una gestión más sostenible.
En este sentido, el socio líder de Risk Advisory en Deloitte Chile precisa que las finanzas sostenibles juegan “un importante rol como vector de cambio, cuyo propósito es transitar hacia un modelo económico más sostenible, alcanzar los objetivos ambientales, mejorar la inclusión de las pequeñas y medianas empresas (pymes), los consumidores y los inversores minoristas en las finanzas sostenibles, aumentar la resiliencia de las empresas y reducir el greenwashing”.
REFERENTE
Consciente de que es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, Chile ha decidido avanzar con decisión en la materia. Es que, señala Luis Gonzales, coordinador económico de Cambio Climático, Energía y Medio Ambiente de CLAPES UC, alcanzar la meta nacional de carbono neutralidad a 2050 requiere una inversión de “US$ 53 mil millones, lo que representa 18% del PIB, según datos del Banco Mundial y el BID”.
De ahí que, por ejemplo, desde 2019 el Ministerio de Hacienda ha emitido bonos verdes soberanos, para el desarrollo de proyectos de eficiencia energética, electromovilidad, energías renovables, conservación de la biodiversidad y recursos marinos, gestión de recursos hídricos y edificios verdes.
Pero no solo eso. También destacan pronunciamientos como el de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que en la Norma de Carácter General 461 no solo obliga a sus regulados a la divulgación de mayor información en materias de sostenibilidad, sino que también reconoce que —detalla Christian Durán— “el cambio climático representa un potencial riesgo financiero y considera que abordarlo proporciona estabilidad y solvencia al sistema. Eso es muy decidor”.
"Estrategias para enfrentar el cambio climático como la que presentó dicha institución, son instrumentos valiosos para orientar a los actores del sistema en la búsqueda e identificación de riesgos asociados al cambio climático, facilitar el desarrollo hacia un mercado financiero sostenible, y fomentar la transparencia”, sentencia.
A su juicio, el próximo paso es seguir aumentando las regulaciones y exigencias al mercado, fomentar los bonos sostenibles, y generar incentivos para aquellas empresas que cumplan con metas ambiciosas como lograr concretar el compromiso de ser carbono neutral a 2050.
En este contexto, Elanne Almeida destaca que "Chile viene avanzando de forma destacada y es un referente en lo que se refiere a las finanzas verdes y acción climática.
Ningún otro país de Sudamérica tiene estructurada una estrategia que combine acciones de distintas áreas del gobierno y reguladores, como el Acuerdo Verde del Ministerio de Hacienda, la Norma de Carácter General 461 de la CMF, la Ley Marco de Cambio Climático, la Ley REP y la Ley de Plásticos de un Solo Uso, y las distintas acciones del Ministerio de Energía, como la estrategia nacional de Energías Renovables, la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde y de Electromovilidad. Este nivel de planificación transversal es fundamental para que las acciones se complementen y sean más eficientes”.
Chile requiere más de US$ 50 millones en inversiones públicas y privadas para alcanzar la meta de carbono neutralidad definida para 2050.
Fuente: El Mercurio - Cuerpo B, Página 8.
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Cambio ClimáticoLic. en Economía, UC Boliviana. Magíster en Macroeconomía Aplicada, UC y en Políticas Públicas, Universidad de Chicago.