2 de julio del 2022
Nueva Constitución: Brexit chilensis
Señor Director:
Se lee en la prensa que el gobierno británico busca maneras de ignorar unilateralmente las partes más controvertidas del Brexit (El Mercurio” 28 de junio), una mala política que fue apoyada por el entonces alcalde de Londres y actual Primer Ministro británico, Boris Johnson, y que implicó el fin del gobierno de David Cameron. Inmediatamente aprobada la salida del Reino Unido de la Unión Europea por un escaso margen (51,9% versus 48,1%) en el referéndum de junio de 2016, la política fue calificada de error y puesta en duda por muchos, por sus efectos económicos adversos y las turbulencias e incertidumbre asociadas (cuyos efectos sufrió el gobierno de Theresa May).
Esta experiencia debiera hacernos reflexionar sobre si la propuesta de nueva Constitución no se puede transformar en nuestro propio Brexit. Ya antes del plebiscito de salida parece emerger un claro consenso de que la propuesta de nueva Constitución es mala y que una vez aprobada deberá reformarse (opción aprobar para reformar), bien rechazarse y posteriormente buscar una tercera vía (opción rechazar para reformar).
Cualquiera sea el resultado del próximo plebiscito, es claro que ninguna de las opciones es muy promisoria: nos enfrentamos a un largo camino, pedregoso y de mucha incertidumbre, Para reducir los costos asociados a ese incierto período post 4 de septiembre, que se traducirá en baja inversión y crecimiento, debemos pensar y acordar ahora los mecanismos que permitan modificar rápidamente nuestra Carta Magna, ya sea la de 2022 o la de 2005.
Fuente: El Mercurio - Cuerpo A, Página 2.
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ConstituciónIng. Comercial y Magister UC. Master en Economía y Ph.D. en Economía Financiera U. de Columbia (EE.UU.). Profesor Asociado Facultad de Economía y Administración UC.