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Los desalentados

6 de octubre del 2014


El desaliento es uno de los peores estados por los que puede atravesar el ser humano. Lamentablemente, las últimas cifras laborales no sólo muestran que hay menos empleos y de peor calidad, sino que también reflejan un fenómeno al que hasta ahora se le ha prestado escasa atención en el debate, pero que desde comienzos de 2014 ha comenzado a volverse persistente: el fuerte incremento de la inactividad por desaliento.

Se clasifica como desalentado a aquella persona que no buscó empleo en las últimas 4 semanas, que se cansó de buscar un empleo porque cree que no lo encontrará, pero que estaría disponible para iniciar un trabajo en las 2 semanas siguientes. De esta manera, cuando la búsqueda de un empleo se vuelve infructuosa, y en especial, cuando ésta ha durado largo tiempo, algunos trabajadores dejan de buscarlo. Esto significa que dejan de formar parte de la fuerza laboral y pasan a conformar la población inactiva.

Lo anterior implica que la tasa de desempleo oficial puede ocultar información relevante para comprender la realidad de la situación laboral, ya que los desalentados, al no ser considerados como parte de la fuerza de trabajo, no se cuentan como desocupados para efectos de la estadística. Sin embargo, es evidente que el desaliento es muy diferente en su naturaleza a la inactividad por razones de estudio, jubilación y otras, ya que a diferencia de ellas, los desalentados son personas que, en caso de existir las oportunidades, pasarían nuevamente a formar parte de la fuerza laboral. En este sentido es importante monitorear indicadores como la tasa de desempleo oculta, que incluye no sólo a los desocupados, sino a los trabajadores desalentados. Así, mientras en el trimestre junio-agosto la tasa de desempleo oficial se ubicó en 6,7%, la tasa de desempleo oculta llegó a 7,9%.

Dado que el desaliento está estrechamente ligado a la existencia de oportunidades, lo está también al crecimiento económico. En este sentido, cuando el país crecía en forma robusta, los inactivos por razones de desaliento cayeron en forma consistente. Así, en 2011 los desalentados decrecieron 4,3% promedio anual, en 2012 cayeron 14,1% y en 2013, el descenso fue de 11,4%. Esta situación cambió dramáticamente con el comienzo de la desaceleración. Mientras en el trimestre octubre-diciembre de 2013 los desalentados decrecieron 11,3% anual, en el trimestre enero-marzo de 2014 se habían expandido 0,8%, cifra que se elevó a un aumento anual de 18,8% en el trimestre abril-junio. La última cifra del trimestre junio-agosto vuelve a mostrar una expansión anual de los desalentados, esta vez de 11,6%.

https://www.df.cl/noticias/opinion/columnistas/los-desalentados/2014-10-05/192311.html

En definitiva, el fuerte incremento de personas inactivas por razones de desaliento es muy grave, puesto que refleja la desesperanza ante la falta de oportunidades. La mejor ayuda para nuestros compatriotas desalentados es que éstas vuelvan a surgir, para lo cual, es vital volver a poner como una prioridad clave en el diseño de las políticas públicas, el crecimiento económico.

 

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Juan Bravo

Ing. Comercial y Magíster en Economía UC.
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