19 de noviembre del 2025
Entre julio y septiembre anota alza interanual del 1,6%, pero en su medición frente al segundo trimestre cae 0,1%
Economía pierde impulso: crece menos de lo esperado y suma dos trimestres casi estancada
En el arranque de la segunda vuelta presidencial y en plena discusión del controvertido Presupuesto 2026, el Banco Central entregó nuevos insumos al debate electoral y legislativo. Se trata del desempeño de la economía entre julio y septiembre, con un crecimiento interanual algo menor que lo esperado y un casi nulo avance en los últimos trimestres.
En el tercer trimestre, el producto interno bruto (PIB) creció un 1,6%, dos décimas por debajo de las cifras preliminares del Indicador Mensual de Crecimiento Económico (Imacec) y de lo previsto por el mercado. Este avance estuvo determinado por el comercio y los servicios personales y empresariales. En contraste, la minería se contrajo impactada por el fatal accidente en la mina El Teniente de Codelco y que ha implicado un gradual retorno de sus operaciones.
“La cifra del tercer trimestre se ve algo contenida únicamente por las disrupciones puntuales en el sector minero”, admitió el ministro de Hacienda, Nicolás Grau.
La inversión aumentó 10% en la formación bruta de capital fijo (equipo de transporte, maquinaria y equipo eléctrico y electrónico, y en menor medida por construcción y otras obras). El consumo de los hogares, en tanto, subió 2,9%, destacando servicios, especialmente en salud, restaurantes y hoteles. Así, la demanda interna aumenta un 5,8%.
“Una muy buena noticia es la fuerza con la que crece la inversión (...). Si uno descuenta el rebote pospandemia, este es el crecimiento de mayor magnitud que vemos desde el año 2012, lo que muestra que los proyectos de inversión del país están avanzando con fuerza”, afirmó Grau.
Efecto “cambio de gobierno”
Tras dos años consecutivos de contracción de la formación bruta de capital fijo, “la inversión ya muestra una importante recuperación, concentrada principalmente en el sector minero, y la clave hacia delante será mantener este dinamismo con una propagación hacia otros sectores”, apunta Andrés Pérez, economista jefe para América Latina de Itaú.
Detrás del repunte de la inversión, opina Sergio Lehmann, economista jefe del Bci, se reconoce “un mejor sentimiento del mercado, de cara a un próximo gobierno focalizado en fortalecer el crecimiento. Buena parte de esa inversión ha estado centrada en maquinaria y equipos, lo que explica el significativo incremento de las importaciones”.
Las expectativas de cambio de gobierno, complementa Hermann González, coordinador macroeconómico en CLAPES UC, “permiten asignar una probabilidad alta a un escenario de menores impuestos y, especialmente, de condiciones más favorables para materializar proyectos de inversión, con mayor certeza y menores plazos”.
Lehmann acota que la inversión no es sinónimo de mayor empleo, ya que la expansión de las empresas se basa “en capital y nuevas tecnologías, más que en mano de obra, dado el alto costo y rigideces que conlleva”.
Sin velocidad
Grau resalta que, al medir el PIB de septiembre del año pasado a igual mes de este año, la economía acumula una expansión del 2,9%, “consolidando así una trayectoria de recuperación robusta y sostenida. Todas estas son señales claras de que la economía chilena avanza con fundamentos sanos y mayor dinamismo”.
Una visión distinta tiene el coordinador macroeconómico de CLAPES UC. “Desde el gobierno se ha tratado de instalar la idea de que la economía dejó atrás el crecimiento de 2%, y tanto las cifras publicadas hoy como las expectativas de mercado no apoyan dicha hipótesis”, remarca.
Fundamenta sus dichos en que el PIB desestacionalizado (que mide la velocidad de crecimiento) se contrajo un 0,1 en el tercer trimestre en comparación con el período abril-junio, cuando registró un alza de apenas un 0,4% en comparación con el primer trimestre.
“Lo que muestra con mayor nitidez este informe del Banco Central es un virtual estancamiento de la economía que se prolonga por dos trimestres (segundo y tercero de este año). De hecho, el PIB se contrajo en el tercer trimestre respecto del trimestre anterior, y ya se había desacelerado significativamente durante el segundo trimestre”, afirma González.
Y agrega: “Si excluimos el sector minero (porque se puede argumentar que el freno del crecimiento en el tercer trimestre responde al accidente de El Teniente), el panorama no es muy distinto”.
El Gobierno espera que la economía crezca 2,5% este año y en 2026.
Pero Gustavo Díaz, economista del Instituto Libertad, remarca que el crecimiento aún no descansa sobre “bases sólidas”, por lo que si no se fortalecen sectores clave de la economía o no se mantiene el impulso de la inversión, “entonces el país podría enfrentar un crecimiento más bien moderado o intermitente en los próximos trimestres”.
Fuente: El Mercurio - Cuerpo B, Página 1.
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