2 de diciembre del 2025
Chile frente a un nuevo súper ciclo del cobre
Un súper ciclo se caracteriza por un período prolongado de tiempo en el que los precios de una materia prima se mantienen sobre su tendencia de largo plazo. Esto se produce por razones estructurales que impiden que la oferta reaccione a un aumento significativo de la demanda. Un claro episodio de este tipo se vivió a principios de la década del 2000, como consecuencia del proceso de urbanización e industrialización de la economía china. En esa ocasión el precio del cobre pasó desde menos de US1 la libra a USS 4 la libra.
Actualmente, el precio del mineral bordea USS 5 la libra y diversas entidades sostienen que estamos en una fase inicial de un nuevo súper ciclo, esta vez impulsado por la transición energética que es un proceso fuertemente intensivo en el uso de materias primas, incluyendo el cobre.
Esta es una buena noticia para Chile, porque nuestro país es el principal productor de cobre del mundo y porque la minería es un sector clave para la economía. En 2024, representó 12% del PIB, pero, además, el sector es el principal inversor, responsable de 25% de la inversión fija que se realiza en el país y el mayor exportador, con 57% de los envíos al exterior.
El déficit en el mercado del cobre previsto para el próximo año podría seguir subiendo si no se resuelven los problemas estructurales que afectan a la industria. Estos incluyen una insuficiente inversión durante los últimos años, agravada por disrupciones operativas y accidentes, menor ley del mineral en países productores clave como Chile y mayores dificultades derivadas tanto de la oposición de las comunidades, como de normas ambientales y sectoriales más estrictas no sólo en nuestro país.
Para capitalizar de mejor manera este ciclo es fundamental que Chile aumente la producción de cobre y ello requiere acelerar la facilitación regulatoria (sectorial y ambiental) que hace excesivamente largos los plazos para materializar proyectos mineros, así como también generar incentivos para la llegada de nuevos actores y acelerar la preparación de mano de obra calificada. Asimismo, los recursos que se obtengan deben ser administrados con responsabilidad por el Estado.
Esto último significa que el país debería hacer un esfuerzo por ahorrar una parte de estos mayores ingresos del cobre en este nuevo ciclo. El país cuenta con una institucionalidad para hacerlo, que funcionó muy bien en el súper ciclo anterior, pero debería reforzarse. En simple, el funcionamiento de la regla fiscal llevó a que el país acumulara superávits fiscales y que estos excedentes se ahorraran en el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES). Hoy el punto de partida es diferente, porque tenemos déficits fiscales crónicos y no podemos esperar hasta terminar con estos desequilibrios para empezar a ahorrar. Aprovechemos esta oportunidad para reponer los recursos del FEES y, de paso, fortalecer la capacidad de respuesta de nuestra economía frente a la próxima crisis que nos tocará enfrentar.
Fuente: Diario Financiero, Página 21.
