Carreras con rentabilidad negativa

Carreras con rentabilidad negativa 

Señor Director:

Del informe de la Fiscalía Nacional Económica sobre el mercado de la educación superior, ha causado mucho revuelo la cifra que da cuenta que, entre 2012 y 2023, se duplicó el porcentaje de estudiantes en carreras con rentabilidad negativa (de 20 a 40%). 

Al respecto, ha faltado una lectura más cuidadosa sobre su real significado. Primero, se ha dicho que esto ha ido en perjuicio de los estudiantes. En realidad, mucho menos de los que se piensa. La poca sensibilidad de ellos a rentabilidades negativas se explica porque de manera creciente el pago efectivo de los aranceles de las carreras ha pasado desde los estudiantes al Estado a través de la gratuidad y de ejercer el aval respectivo por la morosidad creciente en el caso del CAE. 

El informe no se pronuncia sobre este aspecto que no solo compromete mayores recursos fiscales con usos alternativos, sino que reduce la competitividad del sistema.

 La cifra tiene además un problema porque, dada la metodología de construcción, no se puede asociar directamente a rentabilidad social. Desde luego, porque no considera las externalidades positivas de contar con una población adulta más educada. 

Asimismo, las brechas negativas se concentran en las humanidades y las artes cuyo innegable valor social no se incorpora en la estimación. 

Por último, tampoco se considera que, en Chile, los aranceles financian, en parte, la creación de nuevo conocimiento mediante la investigación e innovación, lo que no se refleja del todo en los salarios de los egresados, pero contribuyen al desarrollo del país.