14 de julio del 2022
Reconoce efecto del incremento del tipo de cambio y prevé aumentos adicionales de precios internos a corto plazo:
Banco Central sube la tasa de 9% a 9,75% y anticipa más alzas para controlar la inflación
Analistas prevén que la tasa rectora podría llegar a entre 10,5 % y sobre 11% en este ciclo y que la proyección del PIB para 2023 sería más negativa que el rango entre -1% y 0% previsto en junio.
El Consejo del Banco Central acordó por unanimidad subir la tasa de interés de política monetaria (TPM) desde 9% 29,75 % e introdujo un sesgo más agresivo al anticipar que: “Serán necesaria nuevas alzas de la TPM para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en dos años”.
El incremento de 75 puntos base fue similar al que aplicó. El 7 de junio, en circunstancias de que en esa oportunidad había anticipado que “serán necesarios ajustes adicionales de menor magnitud en la TPM”.
¿Qué cambió? El comunicado hace referencia a que el escenario macroeconómico presenta riesgos elevados, con un deterioro de las condiciones financieras globales más rápido e intenso de lo previsto, reduciendo el precio de las materias primas y las perspectivas de mercado sobre el crecimiento global.
“En medio de una elevada incertidumbre interna, esto ha llevado a una fuerte depreciación del peso. En el corto plazo, estos desarrollos provocarán un alza adicional de los precios internos, en un contexto en que la inflación y su persistencia ya son elevadas”, expone el comunicado.
El incremento del tipo de cambio de las últimas semanas y su impacto en la inflación, es uno de los elementos que mayormente relevan los analistas en torno a la decisión del BC. Desde ya visualizan que la TPM alcanzará niveles mayores al 10% previsto para septiembre en la reciente Encuesta de Expectativas Económicas (EEE). Hermann González, investigador de CLAPES UC, estima alzas adicionales de entre 100 y 150 puntos base en las próximas dos reuniones. Felipe Jaque, economista jefe del Grupo Security, piensa que podría llegar a un 10,5 % en septiembre, mientras que Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, apunta a que la TPM se ubicaría en 11% en octubre, cerrando el año en ese nivel.
El BC hace hincapié en el deterioro del escenario externo respecto a lo previsto en el IPoM de junio. La inflación mundial ha continuado subiendo y los bancos centrales siguen elevando la tasa de referencia o señalando incrementos más rápidos por la persistencia inflacionaria. Menciona el caso de Estados Unidos, donde la Reserva Federal sorprendió con un incremento mayor al esperado, indicando que continuará con las alzas. Es así como las condiciones financieras se han estrechado tanto para economías desarrolladas como emergentes, con caídas en las bolsas y apreciación global del dólar.
También remarca el deterioro en las perspectivas para el crecimiento mundial, el descenso mayor al esperado en el precio delas materias primas, asociado al temor de una recesión mundial, con una caída en el precio del cobre algo más de -20% desde junio. A ello se suma la presión sobre los precios de alimentos y energía por la invasión de Rusia a Ucrania.
En este contexto, Jaque ve difícil que mejoren el sector externo y remonten los términos de intercambio, lo que a que el tipo de cambio esté alto por un buen período, lo que empeorará las proyecciones de actividad para 2023. Escenario con el cual coinciden Rodrigo Consiglio, economista jefe de Zurich AGE, al igual que Hermann González.
“Principalmente, el énfasis que se da al deterioro en el escenario externo es algo que va a influir en el crecimiento de 2023 y acentuar el riesgo de recesión de entre -1% y 0% que ya veía en el IPoM de junio”, dice el economista de CLAPES UC.
El comunicado alude a la depreciación algo superior al 20% que ha tenido el tipo de cambio desde la última reunión de junio, con una alta volatilidad. Al igual que lo hizo el lunes, el BC destaca que hasta ahora los mercados han sido capaces de absorber los shocks de manera adecuada y que la volatilidad en el mercado cambiario no se ha trasladado a otros segmentos del sistema financiero, los que han operado con niveles de liquidez adecuados.
Con expectativas de apreciación del dólar global y el precio del cobre cayendo, Consiglio estima que una intervención cambiaria, como la que sugieren algunos agentes, no tendría el efecto deseado y dañaría las reservas del BC. En la misma línea, Jaque sostiene que, tal como lo expresó el lunes el Central, el comportamiento del tipo de cambio responde a la caída en los términos de intercambio, al menor precio del cobre y un dólar global muy fuerte.
A pesar de que la depreciación ha si do significativa, los mercados financieros están funcionando de manera adecuada, señala González. “El Banco Central está tratando de educar al mercado respecto de que el nivel del tipo de cambio no es lo relevante para los efectos de una intervención cambiaria”, dice.
En el plano interno, el BC indica que la actividad ha continuado con un paulatino retroceso, con un desempeño acorde con lo proyectado para el consumo y la inversión, manteniéndose la resiliencia del primero y el debilitamiento del segundo, la ralentización del empleo; confianza de consumidores y empresas en terreno negativo e inflación dentro de lo previsto, con ajuste al alza en las expectativas de las encuestas EEE y a operadores financieros (EOF).
Los consejeros del Banco Central (izquierda a derecha) Luis Felipe Céspedes, Pablo García, Rosanna Costa (presidenta), Alberto Naudon y Stephany Griffith-Jones acordaron por unanimidad subir la TPM en 75 puntos base, hasta un 9,75%.
COMPLEJO PANORAMA “El escenario macroeconómico presenta riesgos elevados”, dijo el BC. Además, destacó el deterioro de las condiciones financieras globales y la elevada incertidumbre interna, lo que ha llevado a una fuerte depreciación del peso.
Fuente: El Mercurio - Cuerpo B, Página 1.
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