Amenazas con cuchillos y armado de molotov en un patio: los detalles de la querella por violencia en el INBA que rechazó el juez Urrutia

Amenazas con cuchillos y armado de molotov en un patio: los detalles de la querella por violencia en el INBA que rechazó el juez Urrutia

Aunque la atención se focalizó en la quema de una micro del Transantiago a las afueras del establecimiento, en la previa los jóvenes que protagonizaron los desmanes amenazaron con cuchillos a estudiantes del INBA. Así se señala en la querella que la Municipalidad de Santiago presentó y que fue rechazada por el polémico juez, aunque días después la admitió otro magistrado. El caso se cruza con el debate en el Congreso por el endurecimiento de penas a menores y con la entrada de este tema en la carrera presidencial.

No fueron pocas las críticas que se generaron contra el juez Daniel Urrutia luego que se negara a admitir la querella que presentó la Municipalidad de Santiago por los hechos de violencia ocurridos afuera del Internado Nacional Barros Arana (INBA) el pasado 13 de junio, cuando personas con overoles blancos salieron del establecimiento para quemar una micro del Transantiago.

Pero finalmente los abogados de la comuna a cargo del alcalde Mario Desbordes lograron que el martes la demanda fuera admitida por el mismo 7° Juzgado de Garantía de Santiago, pero no por Urrutia -que el 23 y el 24 de este mes estaba en comisión de servicio realizando un curso en la Academia Judicial-, sino que por el juez Mario Cayul, que resolvió el recurso de reposición que presentaron. La querella es contra quien resulte responsable de los delitos de incendio, lanzamiento de artefactos incendiarios, desórdenes públicos y lesiones.

Aunque el foco se puso sobre el grave hecho de haber incendiado una micro -de la que tuvieron que bajar unos 20 pasajeros y el conductor-, en la querella se relata cómo minutos antes de ese hecho estudiantes que estaban dentro del liceo fueron amenazados con cuchillos por los que luego salieron a la calle a hacer los desmanes.

Esto ocurre justo cuando, debido a la creciente ola de violencia en los liceos con uso de armas blancas e incluso de fuego, se debate en el Congreso la modificación de la Ley de responsabilidad penal de adolescentes, con el objetivo de endurecer las penas, así como una moción que se discute en la Comisión de Seguridad para impulsar un proyecto que permita la instalación de pórticos detectores de metales en las entradas de los liceos.

«Un grupo de 40 estudiantes (…) amenzaron a otros con cuchillos»

En el escrito que presentó la Municipalidad de Santiago se ofrecen detalles sobre la situación de peligro que vivieron estudiantes al interior del INBA.

«Un grupo de 40 estudiantes (que) había ingresado a un baño del segundo piso del establecimiento (…) bajó al primer piso y comenzó un recorrido por el colegio. Durante este tránsito, amenazaron a otros estudiantes con cuchillos en la zona de los comedores. El grupo fue creciendo en número, llegando a ser cerca de 200», se indica en la querella.

Abogados que consultó El Líbero indican que lo anterior configuraría el delito de porte de arma blanca y amenazas. Sólo por el primero de estos hechos, cuando son perpetrados por mayores de edad, el artículo 288 bis del Código Penal prevé una pena de máximo 540 días de presidio (aproximadamente 1 año y medio) o una multa de hasta 4 UTM (275.692 pesos al valor actual). Cuando se trata de menores debe aplicarse la Ley 20.084 y las sanciones siempre deben ser inferiores a las que se aplicarían a adultos, por lo que muchas veces ni siquiera se aplica la internación provisoria.

Volviendo al escrito, allí se especifica que cuando el grupo ingresó al baño, «lo seguía una gran cantidad de jóvenes que acompañaban para grabar y para dificultar la identificación de los involucrados».

Matthei: «Sí, soy partidaria de juzgarlos como adultos. Una persona de 14 años sabe lo que es acuchillar»

La posible modificación de la Ley de responsabilidad penal de adolescentes no sólo es materia de debate en el Congreso. El asunto entró a los temas de la campaña presidencial.

El mismo día en que se admitió la querella que interpuso la administración de Desbordes por la quema de la micro, a Evelyn Matthei le consultaron sobre esta materia durate su participación en uno de los conversatorios de los ‘Seminarios Presidenciales 2025: Propuestas para Chile 2026-2030’, de CLAPES UC.

«Sí, soy partidaria de juzgarlos como adultos. Una persona a los 14 años sabe lo que es acuchillar», respondió la abanderada de Chile Vamos cuando le preguntaron si la norma cuya modificación debaten los parlamentarios debería prever que desde los 16 años los menores respondan penalmente exactamente igual que quienes ya han cumplido la mayoría de edad.

Armado de bombas en pleno patio del INBA

Además de los hechos relacionados con el porte de armas blancas dentro del liceo y las amenazas a parte del alumnado, en la querella que interpuso el equipo de Desbordes también se da cuenta de la manipulación de bombas molotov dentro del INBA. Esto ya no sería a escondidas en los baños, como ocurrió el 23 de octubre del año pasado cuando hubo una explosión en ese mismo recinto escolar que dejó 35 estudiantes gravemente quemados, sino en uno de los patios.

El escrito es claro y específico sobre el accionar del grupo de estudiantes que generó los desórdenes: «Se agruparon alrededor de mesas de tenis de mesa para iniciar el armado de bombas molotov».

Según el relato, el objetivo de estos jóvenes era salir del INBA por el acceso norte, hacia la calle San Pablo. Se indica que «ingresaron a un túnel que conduce al patio Siberia», lugar donde se dispusieron a armar las bombas incendiarias.

«De forma simultánea, otro grupo más pequeño usaba herramientas para intentar romper los candados del portón de salida», se señala.

Lo que ocurrió después se supo ese mismo día. Lanzaron bombas molotov a una micro que transitaba por el lugar hasta que lograron incendiarla y ya de vuelta en el liceo arrojaron piedras y bombas en contra del director de la institución, Gonzalo Saavedra, que resultó ileso.

El grupo ingresó al «ginmasio nuevo», lugar en el que, según la querella, nuevamente hicieron fuego, en esa oportunidad para quemar «las capuchas, guantes y ropa que

llevaban puesta (…), para deshacerse de la evidencia».

Tras todo lo ocurrido, un estudiante de cuarto medio resultó con lesiones y debió ser retirado por sus apoderados, mientras que 10 funcionarios del liceo requirieron asistencia médica por afectaciones emocionales. Esos son los hechos que se relatan en la querella que el juez Urrutia inadmitió alegado que la Municipalidad de Santiago, que además es sostenedora del INBA, no estaba facultada para accionar judicialmente.

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