Indicaciones laborales: Lejos de la realidad

"La única verdad es la realidad". Esta célebre frase del filósofo griego Aristóteles parece estar ausente en las indicaciones a la reforma laboral que presentó el Gobierno el miércoles pasado. ¿Cómo desconocen la triste realidad que vivimos hace algunas semanas en el Registro Civil? La huelga ilegal del Registro Civil hizo que 3.100 funcionarios capturaran por 39 días a 2,3 millones de personas, ampliándole el dolor a 10.000 familias que se veían perjudicadas para dar sepultura a sus difuntos, y mermándoles la alegría a 25.000 familias para inscribir a sus hijos o hijas recién nacidas. Es inaceptable que, después de todo esto, las indicaciones del Gobierno vuelvan a hacer vista gorda a las huelgas ilegales, dejando a quienes las promuevan en la más plena impunidad. ¿Por qué estas indicaciones desconocen la realidad de la bajísima tasa de ocupación (solo 24,1%) del 10% más pobre de Chile? (Casen 2013; tasa de ocupación por decil de ingreso autónomo per cápita del hogar). Ella está dada principalmente por madres que están sin ayuda a cargo de sus hijos; son madres que no pueden compatibilizar el cuidado de sus hijos con la posibilidad de trabajar. Y frente a esta realidad, no se introduce en el Código Laboral la figura del contrato por hora. Desconocen también la realidad de las empresas modernas, globalizadas y con tecnologías de información que permiten el teletrabajo. Tampoco reconocen la realidad económica. Chile está pasando por momentos complicados; al frenazo interno hay que sumarle la significativa caída del precio del cobre. ¿Cómo no darse cuenta de que esta realidad va a afectar al empleo? El presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, frente a estas indicaciones, señaló que "su redacción es ambigua". Y tiene razón. En el tema de reemplazo interno las indicaciones dicen que el empleador puede hacer "adecuaciones" con los trabajadores que no están en huelga (si dichas funciones son parte de su contrato de trabajo). Lo anterior, tal cual como está redactado, abre un limitado espacio al reemplazo interno. Pero la ministra Rincón afirma (frente a las indicaciones) que la huelga se realizará sin reemplazo, espíritu que va en contra de lo esta está escrito en las mismas indicaciones (reemplazo interno limitado). Esto muestra muy poca claridad. Como decía el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, "para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada". Así pues, las indicaciones nos invitan a cambiar la dirección de la mirada hacia los tribunales laborales. Estas ambigüedades nos llevarán a judicializar las relaciones laborales. Y esto es extremadamente preocupante frente a la compleja realidad de judicialización que ya enfrentamos hoy en Chile. Por otro lado, la Presidenta Bachelet acaba de declarar (en Enade) el año 2016 como el año de la productividad. Loable objetivo que debe ser consistente con las acciones para tener algún efecto. Pero al sacar de la negociación colectiva los pactos de adaptabilidad y los servicios mínimos llevará a las empresas a estar la mayor parte del año negociando; y a los sindicatos negociando tres conceptos, tal vez con tres bonos (en vez de solo el bono de negociación colectiva). Esto atentará contra la productividad de las empresas y el país. Esto no solo es una ambigüedad de políticas públicas, sino que también una incoherencia de las mismas. Y en materia de extensión de beneficios, nada, a pesar de que la OCDE recomienda esta extensión para los trabajadores no afiliados y en varios países es obligatoria. En síntesis, estas indicaciones no consideran la realidad y -con su redacción ambigua- engañan a la ciudadanía. Esta misma ambigüedad y la falta de progreso en temas centrales incrementarán la conflictividad laboral y reducirán la competitividad del país. Tal como está, este proyecto dañará aún más nuestra debilitada economía.