Ideas para el futuro de las concesiones

La asociación público privada del sistema de concesiones lleva 21 años aportando al desarrollo de Chile. Durante este período, el programa ha permitido revertir el déficit de infraestructura y liberar recursos del Estado para áreas sociales. También ha resultado ser un pilar importa en el ritmo de crecimiento del país, porque dispone de herramientas que contribuyen a tener obras en un plazo más breve que si se realizaran con fondos del presupuesto nacional. Hoy el país atraviesa por un escenario económico complejo, que requiere de la alianza pública y privada para sortear estas dificultades. En la etapa que viene, el sistema de concesiones debe ser protagonista en el desarrollo de Chile. Para aportar a la generación de nuevas ideas que trascienda a los gobiernos de turno, el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC) publicó un libro titulado “Futuro de las concesiones”, con más de 21 propuestas para contribuir al desarrollo del sistema en las pócimas décadas, que surgieron de la revisión de experiencias nacionales e internacionales, así como del diagnóstico del Gobierno y de la industria, realizado en un seminario sobre el tema. Entre alguna delas ideas presentadas, destaca el desafío de tener una cartera de proyectos significativa, de modo de minimizar la selección errónea en los proyectos a desarrollar. Se sugiere decir el espacio para renegociaciones con costos significativos a los usuarios de la infraestructura y al estado. Asimismo, se plantea mejorar los mecanismos de evaluación social que utiliza el Estado y la institucionalidad ambiental de los proyectos. En las nuevas iniciativas se sugiere incorporar oportunamente los requerimientos de la comunidad y, en el caso de los ya existentes, modificar los contratos de los servicios de infraestructura de ser necesario. Respecto a las condiciones de servicio, el Estado debe generar un instrumental adecuado que permita verificar y explicitar el cumplimiento de estas. Y los proyectos deben planificarse en un horizonte de 20 a 30 años, para recuperar la capacidad de pensar en el futuro del país. Entre las propuestas también se plantea incorporar en los contratos la gestión de riesgos por desastres naturales, para administrar adecuadamente esos momentos críticos, tanto por parte del concesionario como del Estado para recuperar rápidamente la infraestructura afectada. Esperamos que estas ideas representen un aporte al futuro del sistema, considerando que las obras públicas y privadas son un instrumento atractivo para volver a retomar el ritmo del crecimiento y reactivar nuestra estancada economía. *Publicada en la red de medios regionales de El Mercurio.